jueves, 5 de enero de 2012

{sabios e ignorantes}



Existe una serpiente Cobra Rey tan venenosa que podría matar a una manada de elefantes. Está por demás decir que exponerte a su veneno seria mortal. Pero esta serpiente, al cambiar de piel, sus párpados se cierran y necesita ayuda para abrir sus ojos. Se necesita que alguien más lo haga, porque, como todos sabemos, ellas no tienen manos para hacerlo.
Obviamente yo nunca intentaría hacerlo y creo que tú tampoco, pero existen veterinarios especializados que lo hacen. Se ocupan de 4 personas para sujetarla, después le extraen la carga de el veneno, y por último le ayudan con sus párpados. ¿Suena sencillo? Para mí es de locos, pero, ¿saben cuál es el momento mas peligroso?...
Bueno, en un momento terminamos con la serpiente, pero antes, hablaré acerca del título de este escrito.
¿Qué me dirías si te sugiero que seamos un poco sabios e ignorantes? ¿Me dirías que estoy loco? Tal vez suena paradójico eso de ser sabios e ignorantes ¿verdad? pero es una gran verdad y te lo explicaré mejor.
Necesitamos ser sabios para unas cosas, pero también ser ignorantes para otras. Es tan sencillo y simple como eso. Sabios para lo bueno. Ignorantes para lo malo. Tal vez me digas que eso es tonto y absurdo,  porque existen personas que creen que tienen que conocer las cosas malas para valorar lo bueno, pero eso tampoco es verdad.
Mira, cuando en los bancos capacitan a los cajeros, les dan un montón de billetes buenos para que los usen, los cuenten y los conozcan, con el fin de que ellos, cuando vean un billete malo, lo identifiquen de inmediato y lo devuelvan. Los cajeros son sabios en los billetes buenos, ellos se adrentaron en conocerlos; marcas, señales, textura y demás factores, y cuando uno no concuerda con un billete bueno, sencillamente lo devuelven. 
Cuando somos sabios y vivimos en lo bueno, y algo malo toca a la puerta, secillamente deberíamos de ignorarlo para que no se involucre con nosotros.

Es un ejemplo simple pero real. En la vida hay muchas cosas buenas. De la misma manera existen cosas malas (amistades, vicios, drogas , pornografía, filosofías de vida). Nosotros sabemos qué cosas son buenas y malas. Solo tendríamos que decidir dónde ser sabios y en dónde tendremos que ser ignorantes.
Les terminaré de contar la historia de la serpiente que es altamente peligrosa y mortal. Como lo dije antes, ella al cambiar de piel, sus párpados quedan cerrados y necesita de ayuda para poder ver. Aunque suena un poco tonto hacer tan riesgoso trabajo, sí existe gente que entra en su ayuda. Y ellos, quienen lo hacen, nos cuentan cuándo es el momento más peligroso al hacer dicha maniobra. Yo pensé que sería al sujetarla, pero ellos dicen que eso es lo mas fácil. Cuando la serpiente está desprevenida, la toman y someten fácilmente. El momento más peligroso, es cuando la sueltan, porque a pesar de haberle extraído su veneno, se queda con una pequeña reserva que puede producir en ese momento, y sería suficiente como para matar a una persona. Entonces, a pesar de todos los riesgos, el entrar resulta fácil. Lo difícil, peligroso y mortal, sería soltarla y salir.

Necesitamos ser sabios para aprender más de lo bueno e ignorar lo malo. Es muy fácil adentrarse en lo malo. Lo complicado sería salir. Si no me crees, pregúntale en qué momento de su vida quisiera regresar para cambiar el rumbo de las cosas una persona adicta a la pornografía; o adicto al cigarro; o a alguien que maltrata a su pareja y hoy está acusado de agresión ante un juzgado. Todos sin excepción mencionarían la primera vez que lo hicieron, porque ahí pudieran cambiar el rumbo de las cosas; porque una vez que entraron, no pudieron salir, y una cosa los llevó a la otra.

No echen este consejo en saco roto porque puede ser determinante en tu vida. Seamos sabios para lo bueno, e ignorantes para malo. Te invito a leer Proverbios 1: 2-5 (TLA)


¨Estos proverbios tienen como propósito que ustedes los jóvenes lleguen a ser sabios,
corrijan su conducta y entiendan palabras bien dichas y bien pensadas.
También sirven para enseñar a los que no tienen experiencia, 

a fin de que sean cuidadosos, honrados y justos en todo;
que muestren astucia y conocimiento, y piensen bien lo que hacen. 


Ustedes, los sabios e inteligentes, escuchen lo que voy a decirles. 
Así se harán más sabios y ganarán experiencia.¨ 
Por Javi Alanis

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