martes, 24 de enero de 2012

{de regreso a las bases}

Hoy tuve una regresión. Fue real.
Era como estar en primero de primaria haciéndo circulitos, rayitas y árboles.
Hoy tuve mi primer clase de Dibujo a mano alzada y me pusieron a dibujar cosas que yo hacía cuando estaba en mis primeros años escolares.

Tengo que aceptar que había perdido práctica; ¡hasta se me cansó la mano!
La maestra nos puso a hacer ejercicios que soltaran nuestra mano, cosas básicas que son necesarias antes de comenzar "con lo bueno", antes de hacer cosas más difïciles y que requieren técnica (la cual no tengo).

Estaba pensando que muchas veces tu y yo requerimos regresar a las bases, necesitamos regresar al principio de todo.

Mirando mi vida, me doy cuenta cómo he dejado atrás cuestiones tan importantes que son la base de mi vida, de mi relación con otros, que determinan mis actitudes y mis decisiones.
Necesito urgentemente regresar a las bases. Necesito darme cuenta que Dios me ha marcado y enseñado un camino qué seguir a través de Su palabra.

La base de todo puede muy bien encerrarse en este versículo:

Jesús contestó: -“Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.
Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (Mateo 22:37-39 NTV)

Hay dos puntos que veo en esto que dijo Jesús que son la base de nuestra vida: se trata de Dios y se trata de Otros. ¡Amar a Dios implica amar a otros!

¿Cómo estas demostrando tu amor a Dios y a los demás? ¿La gente puede sentirse amada por ti?
Que hoy vean en ti amor; en tus ojos, en tu sonrisa, en tus palabras y en tu silencio.
Hoy, decide amar a Dios amando a otros.

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