jueves, 28 de junio de 2012

{Como niños}



“Les digo la verdad, el que no reciba el reino de Dios como un niño nunca entrará en él” Marcos 10:15

Tengo siete sobrinitos y aprendo mucho con ellos y de ellos. Encuentro muy interesante ver cómo es cada uno de ellos, según sus edades y etapas de vida; el menor tiene 4 años y la mayor 12 años. Me fascina ver cómo los más pequeños dependen totalmente de sus padres para, prácticamente, todo. Saben que todo lo que necesitan será provisto por sus papás y que en cualquier problema, como si fueran súper héroes, sus padres vendrán al rescate. Me llama la atención ver cómo al ir creciendo cada uno quiere hacerse autosuficiente y autónomo. Mis sobrinas de 12 años ya actúan como adolescentes y comienzan a tomar sus propias decisiones.
Pero, me pongo a pensar en mis niños, en mis sobrinos, veo la mirada con la que ven a sus padres, las actitudes que tienen hacia la vida, disfrutando de cualquier cosa que llega a su camino, y hacia sus padres también: la confianza que tienen en ellos, la dependencia total y el amor genuino. Y Jesús nos dice que seamos precisamente así.
 ¿Cómo se puede "recibir el Reino de Dios como un niño"?
Jesús nos pide un cambio de actitud: la autosuficiencia de adultos se cambia por el reconocimiento de su necesidad del soberano Dios, la actitud defensiva moral del adulto se transforma al humillarse ante el Dios santo, la tenacidad escéptica del adulto se rinde ante el amor de Dios.
Los niños no se sienten sumamente poderosos (aunque jueguen a ser súper héroes), perfectamente justos, o totalmente autónomos. Estas son las fantasías  que tenemos los adultos. Venir a Jesús significa aceptar Su bondad, confesar nuestras necesidades, y dedicar nuestras vidas a Su voluntad.

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